El plástico es la tercera aplicación del petróleo más usada en el mundo, y al año consumimos 200 millones de toneladas en el planeta. Proviene de una fuente no renovable (petróleo), es contaminante y no biodegradable (puede tardar hasta más de 1.000 años en descomponerse). Los plásticos, gracias a su versatilidad, ligereza y bajo costo, se han convertido en materiales insustituibles.
Actualmente, la industria de los polímeros ha producido más de 8.000 millones de toneladas de plástico, de los cuales, unas 800 millones de toneladas van a parar a los océanos cada año.
Las consecuencias que esto produce ya son conocidas, siendo los animales pertenecientes a la fauna marina los más afectados, pues, en algunos casos, quedan atrapados por estos residuos o los ingieren involuntariamente, lo cual afecta y contamina a la cadena alimenticia, de la que también somos parte. A diferencia del plástico que está hecho a base de derivados del petróleo, los bioplásticos están hechos de plantas u otros materiales biológicos en lugar de petróleo.
Puede estar hecho de ácidos polilácticos (PLA, por sus siglas en inglés) presentes en plantas como maíz y caña de azúcar, o de polihidroxialcanoatos (PHA) producidos a partir de microorganismos. El PLA se emplea habitualmente en envases de alimentos y el PHA, en dispositivos médicos, como suturas y parches cardiovasculares.
Como el PLA procede usualmente de las mismas grandes instalaciones industriales que elaboran productos como etanol, es la fuente de bioplástico más barata. Es el tipo más habitual y también se usa en botellas de plástico, cubiertos y tejidos.
Los diferentes tipos de bioplásticos poseen composiciones y propiedades únicas. Dentro de los más importantes podemos mencionar los siguientes:
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Sostenibles (BioPET, BioPE, BioPA, etc.)
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PLA
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PHAs
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Biopoliésteres
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Derivados de celulosa
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Bioelastómeros
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Compuestos a base de almidón
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Biocomposites
En conclusión, los bioplásticos contribuyen a disminuir el impacto ambiental de los productos de dos maneras puntuales:
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El uso de recursos renovables para la fabricación de “plástico” permite una reducción en la explotación de recursos fósiles y en las emisiones de gases de efecto invernadero.
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La capacidad para biodegradarse de la mayoría de ellos ofrece un valor agregado al final de la vida útil de los productos, permitiendo una disminución en el volumen de los desechos.
Referencias:
https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2018/11/todo-lo-que-necesitas-saber-sobre-los-bioplasticos
https://www.sabermas.umich.mx/archivo/tecnologia/141-numero-1856/285-bioplasticos-productos-biodegradables.html
http://www.zeaplast.cl/plasticos-biodegradables/historia-de-los-bioplasticos++-20
https://universoabierto.com/bioplasticos-historia-como-se-producen-y-trucos-caseros/
https://anipac.com/wp-content/uploads/2018/09/bioplasticos.pdf